RECORDANDO LA FE EN LA PROMESA
Basados en la carta de Hebreos, una carta llena de recordatorios, advertencias, exhortaciones, promesas, fe; en ese tiempo para los hebreos y en este tiempo para nosotros. Toda la carta nos habla de quien es Jesús, para qué vino a esta tierra, cual es el propósito, Jesús como sacerdote, la fe, eternidad y salvación.
Alguna vez te preguntaste, ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Esto tiene que ver con el poder perseverar, Pero, ¿Qué es “perseverar”? Es mantenerse constantes en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o una opinión, es durar permanentemente o por largo tiempo, persistir, perdurar permanecer continuar, mantenerse.
Hebreos 9:28 dice:
“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”.
Este pasaje nos hace pensar que en algo muy sencillo y es que Jesús vino por dos razones, la primera en relación con el pecado, a morir por nosotros a predicar el evangelio, a enseñarnos de su reino, a redimirnos y hacernos libres, pecado por el cual somos éramos todos culpables. Rom. 3:23 nos muestra como Jesús vino a dar solución a este problema y vino a salvarnos, nadie pudo hacerlo sólo Jesús.
La segunda razón en cambio no es en relación al pecado, la deuda ya está saldada, sino que es en relación con la salvación, viene a rescatarnos, la palabra dice que “viene a salvar a los que esperan” y se trata de eso de esperar la venida de Cristo, pero ¿cómo esperamos esa venida? Tenemos la opción de desesperarnos o esperar bien, a veces nos cuesta esperar cosas de la vida diaria, pero toca ser pacientes, esperar perseverando.
Hebreos nos da una definición de Fe:
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Heb. 11:1
Certeza y Convicción, tienen que ver con la con la confianza plena, nada te puede mover porque estas cimentado, convencido de aquello que no ves, algo que casi se puede palpar, estas arraigado, es como una prueba irrefutable e inmutable
Pero antes en Hebreos 10: 35-39 nos habla de tener paciencia para la promesa, ya que no somos de lo que retrocedemos si no que de los que perseveramos para salvación del alma, esta es la base para la segunda venida, nuestra fe debe estar cimentada, arraigada, debemos tener esa convicción de aquello que aún no vemos, debemos estar parados sobre la roca.
Hebreos 11:13:16
Hombres y mujeres, no vieron la promesa
Que hicieron y vivieron 11:32
Todos estos hombres de fe se esforzaron e hicieron muchas cosas, pero no vieron la promesa, ellos no llegaron a ver la promesa, pero Dios cumplió fue fiel, quizás sabían que no iban a verla, pero seguían confiando en que Dios lo iba a hacer.
- Ellos fueron aprobados porque tenían clara su mirada en la promesa
- Si nosotros caminamos con los ojos en la promesa, caminamos en rectitud.
NUESTRA PROMESA ES LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR
Heb. 12:1-2 Puesto los ojos en Jesús, corriendo con paciencia la carrera que tenemos por delante, para no cansarnos, el camino es largo no es sencillo y necesitamos racionar las fuerzas, tenemos que perseverar.
¿Cómo hago para perseverar?
Veamos tres acciones que nos van a ayudar a perseverar:
Hebreos 10:19-25. Algunas verdades que encontramos, es que tenemos libertad, es decir, en este sentido, tenemos confianza de ir a Dios, libre acceso de entrar en su presencia, al lugar santísimo, el cielo, y eso nos debe llenar de gozo, el camino nuevo y vivo, Cristo es nuestro camino.
- Vivir en santidad es la primera acción que nos va a ayudar a perseverar, mantenerse en santidad es estar apartados de la maldad, estar consagrados y limpios, eso tenemos que buscar (vs. 22), “un corazón sincero”, es decir que no seamos falsos, que seamos verdaderos y genuinos, “plena certidumbre de fe” esto quiere decir, que no tengas dudas. “purificados los corazones de una mala conciencia” que tengamos el corazón limpio y libre de culpa, “Lavados los cuerpos con agua pura” tiene que ver con la purificación en referencia a los levitas, se purifica tanto el corazón como el cuerpo, todo por completo y nos llama a que vivamos una vida apartada para Dios en todo lo que somos, cuerpo alma y espíritu.
- 1 Pedro 13-16
- Tener convicciones firmes Heb. 10:23 Fluctuar tiene que ver con titubear, variar, ser cambiante, algo que no es estable, no permanece, mantenernos firmes, sin dudar de nuestra fe, profesando, confesando nuestra fe, aquello que estamos esperando.
“Las personas que dudan se dejan arrastrar por el contexto”
- Santiago 1:6-8 el que duda no tiene estabilidad, es inconstante en todos sus caminos
- Ap. 3:15 tenemos que mantenernos firmes en lo que decidimos
A Dios no le agradan las mitades, no podemos ser fluctuantes la duda no puede estar en nosotros en nuestra fe, debemos tener firmes convicciones.
¿Por qué? Heb 10:23 “Fiel es el que prometió” aunque muchas veces estemos frustrados o enojados, el que prometió cumple, Dios nos anima a perseverar en lo que aprendimos, en lo que nos han enseñado, sin miedo a lo que nos pueda pasar, Dios es fiel.
- Mantenernos en unidad. Heb 20:24-25 Es importante mantenernos en unidad, estimularnos en amor los unos a los otros, empatizar, motivarnos y levantarnos, impulsarnos los unos a los otros contagiándonos, estimulándonos en amor y en buenas obras, a transformar nuestro entorno y compartir a Jesús, no dejar de congregarnos y ayudarnos los unos a los otros, exhortados con amor para lograr crecimiento en nuestra vida espiritual, somos un cuerpo y funcionamos juntos.
“La división es ilógica incluso en el reino de las tinieblas” es importante que como Iglesia estemos unidos, nos necesitamos para permanecer, debemos ser uno para que mas personas se acerquen a Jesús, una iglesia dividida no puede ser efectiva, gracias a la unidad el Espíritu Santo se mueve, si la iglesia está unida en un mismo cuerpo, en un mismo sentir en una misma fe, es mucho más efectiva.
Hay que permanecer, mantenernos firmes y tener la mirada en Jesús el autor y consumador de nuestra fe, para correr nuestra carrera, preservar la fe y llegar a la meta.
Pablo Beltrán