MI DEVOCIONAL DIARIO - 2 CORINTIOS 4: 7-18

Escrito el 26/08/2025
Centro de Vida


7 Pero este precioso tesoro lo guardamos en una vasija de barro. Es así para que sea obvio que este glorioso poder viene de Dios y no de nosotros. 8 Estamos acosados por problemas, pero no estamos vencidos. Enfrentamos grandes dificultades, pero no nos desesperamos. 9 Nos persiguen, pero Dios no nos abandona nunca. Nos derriban, pero no nos pueden destruir. 10 Por dondequiera que vamos, este cuerpo nuestro se enfrenta a la muerte al igual que Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros. 11 A diario corremos peligro de muerte por servir a Jesús, para que también en nosotros se vea la vida que Jesús da. 12 En conclusión: La muerte actúa en nosotros y en ustedes se hace presente la vida. 13 Con esa actitud de quienes creen en Dios, nosotros declaramos lo que creemos. Como está escrito: «Creí y por eso hablé». 14 Sabemos que el mismo Dios que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús, y junto con ustedes nos llevará a su presencia. 15 Lo que padecemos es por el bien de ustedes. Y mientras más sean los que reciban el amor de Dios, más gracias habrá que dar a Dios por su gran bondad, y mayor gloria recibirá el Señor. 16 Por eso, nunca nos damos por vencidos. Aunque este cuerpo nuestro se va desgastando, por dentro nos renovamos cada vez más. 17 Pues nuestros pequeños y pasajeros sufrimientos producen una gloria eterna más grande y abundante. 18 Por lo tanto, no nos importa lo que ahora se ve, sino que fijamos la mirada en lo que todavía no vemos. Porque lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve no cesará jamás.

LECTURA: 2 COR. 4:6-18

OBSERVACIÓN Y CONTEXTO

Pablo explica que el tesoro de conocer la gloria de Dios a través de la fe en Cristo se guarda vasos que son frágiles por naturaleza: los seres humanos. Pablo y sus colaboradores eran parte de esos vasos, y se dedicaban continuamente a predicar el evangelio. Todos ellos habían sufrido enormemente, pero Dios evitó que los lastimaran. De hecho, no se dieron por vencidos porque incluso después de morir, sabían que resucitarían, tal y como lo hizo Cristo, para pasar la eternidad junto a Él en una gloria que superará con creces el sufrimiento momentáneo que experimentamos en esta vida.

MEDITACION Y APLICACIÓN

Es verdad que los creyentes experimentamos sufrimiento y debilidad física, el poder de Dios se manifiesta en nuestra fragilidad, fortaleciendo nuestro espíritu día a día y capacitándonos para no desanimarnos. Enfocándonos en lo invisible y eterno en lugar de los problemas diarios, confiamos en la promesa de la vida eterna en Jesús. 

 Un Tesoro Invaluable en nuestros corazones de barro::Dios ha puesto Su luz y Su gloria en nosotros, como si fuéramos vasijas de barro, un material frágil y común. Esto es intencional para que el poder sea evidentemente de Él y no de nosotros. 

El poder de Dios se manifiesta en la debilidad: A pesar de ser frágiles,  Dios cada día está demostrando que Su poder está en acción en nuestras vidas. 

 Sufrimiento y Renovación Interior (v. 8-12) 

No desanimarse:

Estamos acosados por problemas, pero no estamos vencidos. Enfrentamos grandes dificultades, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero Dios no nos abandona nunca. Nos derriban, pero no nos pueden destruir. 10 Por dondequiera que vamos, este cuerpo nuestro se enfrenta a la muerte al igual que Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros. 11 A diario corremos peligro de muerte por servir a Jesús, para que también en nosotros se vea la vida que Jesús da. 12 En conclusión: La muerte actúa en nosotros y en ustedes se hace presente la vida.

La Fe y la Esperanza Eterna (v. 13-18)

El mismo espíritu de fe: Así como el salmista creyó y habló, nosotros también creemos y hablamos, confiados en que Dios nos resucitará con Jesús. 

Mirando lo invisible: No debemos mirar las cosas que se ven, sino las que no se ven, porque las que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Las dificultades son leves y momentáneas, pero producen una gloria que dura para siempre. 

 No te apoyes en tu propia fuerza, sino en el poder de Dios que obra a través de tu fragilidad humana. Dios conoce nuestras debilidades

 Confía en la promesa de resurrección:Ten la plena seguridad de que Dios, quien resucitó a Jesús, te resucitará y te presentará ante Él.

 No te desanimes por el sufrimiento: Recordá que tus dificultades son temporales y producirán una gloria eterna y mucho más abundante.

Enfocate en lo eterno: No te distraigas tanto con cosas que no llenan tu corazón, poné tu atención en Dios, su Palabra, la oración que son realidades eternas, son invisibles pero permanentes.

ORACIÓN:

Señor reconozco que me he enfocado más en el sufrimiento y mi fragilidad que en ver tu poder obrar en medio de ellas. Necesito un renuevo en mi mente y corazón. Ayudame a buscar lo eterno cada día. Amén