MI DEVOCIONAL DIARIO -S JUAN 11

Escrito el 26/07/2025
Centro de Vida


Muerte de Lázaro 11 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. 2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) 3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. 8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. 12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. 13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. 14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; 15 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. 16 Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él. Jesús, la resurrección y la vida 17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. 18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; 19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. 20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. 21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. 23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. Jesús llora ante la tumba de Lázaro 28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. 29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. 30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. 31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. 32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. 33 Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, 34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. 35 Jesús lloró. 36 Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. 37 Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía este, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Resurrección de Lázaro 38 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. 39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. 43 Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. El complot para matar a Jesús (Mt. 26.1-5; Mr. 14.1-2; Lc. 22.1-2) 45 Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. 46 Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho. 47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. 48 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. 49 Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; 50 ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. 51 Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; 52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. 53 Así que, desde aquel día acordaron matarle. 54 Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos. 55 Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse. 56 Y buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se preguntaban unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta? 57 Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, lo manifestase, para que le prendiesen.

G.. Ya leiste uno de los capítulos mas hermosos y conocidos de la Biblia y si pudiste ver el video, seguramente pudiste comprender mejor todo lo que ya leiste y vivenciar ese milagro.

U. UBICACION Y CONTEXTO

Aunque todavía estamos en la mitad del evangelio, es en este capítulo donde encontramos el último de los siete milagros o señales que Juan recoge. De hecho, los capítulos 11 y 12 marcan un nuevo y significativo paso en la vida y obra de Jesús que le conducirá hasta la cruz. Como veremos, fue precisamente este milagro la causa definitiva por la que las autoridades judías tomaron oficialmente la decisión de que Jesús debía morir (Jn 11:45-53).

 Una vez más, siguiendo con su esquema general, Juan,  acompaña un milagro con una declaración de quién es Jesús. En los capítulos anteriores  vimos que Jesús dijo que él era la Luz del mundo, y lo demostró dando la vista a un hombre ciego de nacimiento. Ahora vamos a ver que hizo otra declaración igualmente sorprendente: "Yo soy la resurrección y la vida", y lo demostró resucitando a un hombre que ya hacía cuatro días que estaba muerto.

El amor que sentía el Señor por cada uno de los miembros de esta familia se afirma en varias ocasiones a lo largo de este pasaje (Jn 11:3,5,36).

Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo"

Por supuesto, habría sido más fácil contestar a esa pregunta si Jesús ya hubiera resucitado a su hermano Lázaro, pero una vez más, la fe debía preceder al milagro. Por su parte, Marta confesó su fe en Cristo y aceptó que él tenía las llaves de la muerte y el sepulcro.

I. IMPLEMENTACIÓN - QUE APRENDO DE ESTE PASAJE

La declaración de Marta contiene varios puntos esenciales de la fe cristiana:

Que Jesús era el Cristo, el Ungido, el Mesías.

Que era el Hijo de Dios.

Que era el Redentor prometido que había venido al mundo.

No deja de sorprendernos cómo llegó a entender con tanta claridad quién era Jesús.

  1. Haga una lista de los siete milagros que hemos visto en este evangelio y resuma lo aprendido acerca de Jesús en cada uno de ellos.
  2.  ¿Cuáles fueron los propósitos por los que el Señor permitió que Lázaro enfermara y muriera?
  3. . ¿Cómo manifestó Jesús su amor por la familia de Lázaro? Reflexione sobre ello.
  4. Jesús amaba a Lázaro y a su familia, por lo tanto, les dio el privilegio de sufrir unos cuantos días para, luego, transformar eso en un motivo de Gloria para Dios. ¿He vivido algo así, donde Dios permite que tenga un tiempo de prueba para después usar eso para glorificar su Nombre?

A.  MI ORACIÓN ES

Padre Celestial, te damos gracias por tu amor y tu poder, manifestados en la resurrección de Lázaro. Ayúdanos a creer en ti incluso cuando enfrentamos pruebas y dificultades. Que podamos confiar en tu promesa de vida eterna y encontrar consuelo en tu presencia. En el nombre de Jesús, amén